Ángeles Caídos
Jesús les dijo a sus discípulos: «Yo Veía a Satanás caer del cielo como un rayo» (Lucas 10:18). Dijo esto en respuesta a su declaración: «Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre» (v. 17). Él confirmó tanto su «poder sobre el enemigo» (versículo 19) como su preexistencia de ser el segundo miembro de la familia de Dios, presente en la derrota de Satanás.
¿Qué causó a Satanás rebelarse contra Dios? Dos pasajes de las Escrituras hebreas nos ayudan a entender. En Isaías 14 y Ezequiel 28 leemos los detalles. De acuerdo con Isaías, alguien llamado Estrella de la Mañana (heylel, en hebreo) decidió oponerse a Dios. Este basó su enemistad en su deseo de «ser semejante al Altísimo» (Isaías 14:14): «Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios» (versículo 13). Ezequiel añade que este era un ser creado, “el querubín grande", que se paseaba "en el santo monte de Dios", «perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad» (Ezequiel 28:14 -15). Esa "maldad", o pecado, era el orgullo de su propia belleza, dando como resultado la corrupción de su sabiduría, y una de las marcas de su perversidad se convirtió en violencia (versículos 16-17). Su intento de destronar a Dios condujo a su caída literal, junto con sus seguidores, los ángeles ahora se convierten en demonios bajo el poder del Adversario Satanás, en hebreo.
Los escritores del Nuevo Testamento Pedro y Judas también hablan de previa esta era angelical, lo que confirma que hubo ángeles que habían abandonado su "propia morada" (la tierra). Una pista de esta ocasión se encuentra en el Antiguo Testamento, donde Dios le ayuda a entender a Job sus limitaciones humanas, preguntándole: «¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas de la mañana, y se regocijaban todos los hijos de Dios?» (Job 38:4-7). Las estrellas de la mañana son ángeles que fueron testigos de la creación en Génesis 1:1. Algunos de ellos más tarde "pecaron" (2 Pedro 2:4) al ascender al cielo para oponerse a Dios, únicamente para ser derrotados. Están ahora, «guardados en oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día» (Judas 6).